En un jandín de rosas siempre abundan muchas espínas,
en un mundo de humanos siempre abundan muchas mentiras,
las observo bien pero alejada y las mido a todas con la misma vara.
Yo soy el ojo que lo ve todo y veo que no paran.
Unas a otras se enfrentan, se irritan, sufren y se marchitan..
¿Que os deparará el porvenir, si así vais a seguir?
Vuestras espinas os atrapan y no os deja ni vivir.
Tan bonitas, trás esa aparencia de inocencia,
cuándo en realidad escondeis una oscura precencia.
Malditas rosas tan hermosas y a la vez tan peligrosas...
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